Ecología, Emociones

El agua y los sueños

soñar con agua

El 22 de abril es el Día Mundial del Agua. Se celebra todos los años para seguir poniendo conciencia en el cuidado de este elemento fundamental para la vida.

Aprovecho la fecha, y que está lloviendo mucho aquí donde yo estoy, para compartir sobre el agua y los sueños.

Los sueños son lenguaje emocional, así que están siempre moviendo nuestras aguas. La Luna mueve nuestras aguas, y suele brillar en el cielo mientras soñamos.

La cantidad de agua que hay en el planeta es siempre la misma. El agua de mi cuerpo, es el agua de los ríos, de los acuíferos, de los mares y de la lluvia. El ciclo del agua contiene todas las aguas. Lo que yo hago con mi agua cuerpo adentro tiene un impacto en las aguas cuerpo afuera. Mi mundo emocional tiene un impacto en el mundo ecológico.

Si hay algo importante a prestar atención en los sueños es a las emociones que sentimos. A veces son muy sutiles, a veces aparecemos desbordadas. Reconocer y acoger cómo estoy en el sueño me da pistas sobre qué necesidad necesito atender en vigilia.

Me doy cuenta de esto sobre todo en los sueños en los que aparecen las llamadas emociones oscuras. De repente, me desbordo en llanto y desconsuelo o me desbordo en gritos de rabia, o me paralizo por el terror y el temor. Al despertar, respiro, aliviada, ante tal intensidad.

Mi experiencia me muestra, que es importante darles cauce creativo, porque si no lo hacemos, van a irrumpir en la vigilia como si de una precognición se tratara. Y no es que no podamos expresar nuestras emociones, todo lo contrario. Lo que no queremos es que se nos lleven a hacer daño o hacernos daño.

Ejercicios para explorar el sueño desde la emoción

Lo primero que está pidiendo una emoción es sentirla. Lo bueno de hacer el trabajo con el sueño es que nos está invitando a ver el patrón emocional detrás de la emoción. Y lo hace desde el contenedor que es la propia imaginación onírica, fuente de autoconocimiento.

Permito que la emoción haga un recorrido por mi cuerpo. La reconozco y la ubico, la muevo, la bailo, la paseo hasta que algo haga clic, y pueda emerger un entendimiento visceral. ¿En qué otros momentos y circunstancias de mi vida me siento así o me he sentido así?

Escribir es para mí un espacio fundamental de entendimiento. Escribir desde la emoción, no sobre la emoción. Escribir para elaborar y enterarme de qué está pasando conmigo.  

¿Qué está sucediendo en la narrativa del sueño para que reaccione de este modo? ¿Con qué creencias me conecta? ¿Con qué historia pasada? 

Y se da el reciclaje emocional. El sueño es un laboratorio o un teatro de ensayos. Puedo permitirme reconocer las emociones que no pude expresar en su día, saber que he necesitado darles rienda suelta, y quedarme con el regalo de que algo en mi interior se ha podido transformar y puedo responder de otra manera la siguiente vez que me encuentre con esa misma sensación emocional corporal. Se abren posibilidades. Aprendo a conocer mejor mis aguas. Es un regalo para el Agua.

El agua en sueños

El agua aparece también en sueños: En el mar, la piscina, el lago, la bañera, la lluvia, la nieve, la manguera, la jarra de agua… el agua como símbolo conecta sí, con las emociones. Y podríamos conectar el estado del agua con el estado emocional. El agua transparente o el charco embarrado tienen connotaciones diferentes. El mar con plásticos o un paisaje helado tienen connotaciones diferentes. También importante recordar que, aun cuando hay un lenguaje simbólico universal, la simbología de cada elemento estará relacionada con lo que asocia con ello cada soñadora.

Ahora bien, los sueños en los que aparece el agua, me llevan a mí a preguntar por un sustrato más profundo. El agua es el origen de la vida. El agua onírica tiene una vinculación directa con mi relación con la vida y sus misterios. Se suele asociar a lo que es inconsciente. Por lo tanto, cuando aparece como ubicación geográfica, como clima o como elemento, a mí me lleva a la relación primordial con el alma femenina, así como con la vida intrauterina. El agua es nuestra primera ancestra. Y los sueños no nos hablan solamente de nuestra vida individual, sino que son expresiones de la interconexión con toda la vida y el misterio.

Una manera de honrar los sueños en los que aparece agua, es en la relación directa con el elemento, más allá de su simbología o vinculación emocional. El simple ejercicio de gratitud al agua que sale del grifo o al agua que bebemos del vaso o usamos para cocinar es un puente liminal que recodifica nuestra relación con la sabiduría intuitiva del agua que somos.

Agradezcamos al agua todos los días.

Si sientes desafíos en tu relación con los sueños, puedo acompañarte. Te invito a un café de sueños gratuito, para conocernos. Tienes el link más abajo.