Mi nombre es Beatriz Salgado y soy una mujer soñadora.
Desde hace casi 20 años, mis sueños son grandes guías para mi vida cotidiana, acompañantes de mi creatividad en todos los sentidos y experiencias que han ampliado las posibilidades para la relación conmigo misma, con las demás personas y con toda la vida en la Tierra.
En los primeros años de cultivar una relación con mis sueños, fue cuando me abrí a la experiencia de darle validez a mi mundo interno, como no lo había hecho antes.
En esos años, me dedico a la investigación para la preservación de las masas de agua y el acceso de las poblaciones desfavorecidas al agua potable y saneamiento. Y empiezo a cuidar más seriamente de mis aguas internas, que requerían profunda atención.
Sueño con mi abuela recién fallecida, hablándome feliz desde el otro lado, y se abre una puerta más en mi interior sobre este estado de conciencia. Al vaciar su casa, entre los libros de la biblioteca, encuentro un libro que me llama especialmente la atención: El poder de los sueños, de Ann Faraday.
Al leer el recorrido que esta psicóloga británica hace con sus sueños, se abre en mí un entendimiento fundamental: Los sueños pertenecen a la persona que los ha soñado. Es la soñadora quien más sabe sobre su propio sueño. Los sueños me ponen frente al espejo de la relación conmigo misma: Lo que ya estaba haciendo de forma intuitiva es el fundamento del trabajo con los sueños. Se abre una puerta más en la recuperación de la autoridad sobre mi vida interna.
En los años siguientes, escribo muchos sueños, en muchas libretas. Me abro más y más a la curiosidad de esa otra vida que sucede cada noche al abrazar el descanso. Leo, comparto sueños, me comparten sueños. Investigo sobre sus símbolos, juego y creo con ellos. Mis decisiones cotidianas, desde las más prácticas del día a día a las más íntimas, están cada vez más vinculadas a la conciencia de mis sueños. Y mis aguas internas van respondiendo bien.
En la primavera de 2014, asistí a un taller de sueños con Robert Moss en Montpellier. Una serie de sincronicidades me hicieron iniciar la formación de Sueño Activo (Active Dreaming) ese mismo año, y hacer realidad un gran sueño: que Robert Moss realizara sus talleres en Barcelona. De ahí, nace la colaboración que iniciamos en 2015 con los talleres que él imparte y que ampliamos, en 2017, a la formación de Sueño Activo. He coordinado su trabajo en Barcelona entre 2015 y 2019. Acompaño a personas y a grupos a acercarse a sus sueños desde 2016.
Formada en Sueño Activo con Robert Moss y en Integración de Sueños con Jordi Borràs (mondesomnis), soy miembro de la IASD, la Asociación Internacional para el Estudio de los Sueños, donde sigo educándome en la multiplicidad de miradas sobre los sueños y de la que suscribo su código ético. En la base del código ético de la asociación está el enfoque de que el sueño pertenece a la persona que lo ha soñado. Y eso es a lo que me dedico: a acompañarte para que permitas que la verdad sobre tus sueños nocturnos se te revele, a que confíes en ellos como brújula y autoridad interna para todas tus relaciones.
Formada en economía, geografía y educación ambiental, el cuidado de la Naturaleza está en las raíces de mi trabajo. Mis propuestas se ven bañadas por las aguas de la ecología profunda, la ecopsicología y la horticultura familiar.
Durante todos estos años, siento cómo mis dos pasiones, los sueños y el cuidado de la Naturaleza, convergen en la sabiduría ancestral humana de la conciencia de una Tierra viva y cómo vivir en ella recíprocamente.
Mirando hacia el cielo, estoy abriéndome al estudio de la astrología. Mirando hacia la tierra, estoy abriéndome al estudio de la neurobiología y la regulación del trauma de desarrollo.
Me siento cerca de la tierra y de todas las especies que la habitan, y a la vez conectada a la sabiduría de los ciclos del cosmos y a la gratitud por todo lo que vive en este planeta antes que nosotros los humanos.
Todos somos indígenas de la Tierra. No se trata de copiar prácticas, sino de encontrar la creatividad propia para volver a sentir la pertenencia a la Tierra misma y cómo vivir en ella en el siglo XXI.
La recuperación de los lenguajes simbólicos de la psique se torna crucial en estos tiempos de desequilibrios socioecológicos. Es a partir de reconectar con nuestra esencia sagrada, gracias a los sueños, que podemos ir reconectando con la sacralidad de toda la vida. Los sueños y la ecología nos permiten aunar miradas para sentir la interconexión de todo con todo y ampliar el sentido de quiénes somos y cuál es nuestro propósito en esta vida.
Soy madre de un niño y cuidadora de una perra y un jardín en el Penedès (Barcelona). Educadora, facilitadora y terapeuta.