Vivero de plantas

Hace unos años que utilizo la información de mis sueños para tomar decisiones pequeñas y grandes. En ese juego de tomar conciencia de mis imágenes internas he ido descubriendo pequeños y grandes tesoros como guías de navegación.

Cuando me siento desconcertada, dudosa, salgo a la calle con la mirada puesta sobre la realidad física como si se tratara de las imágenes de un sueño. Y me dejo fluir en el paseo, observando desde lo simbólico. En esos momentos, si entramos en este juego, encontramos esa respuesta que íbamos buscando, y nos hace sentirnos integrados con este gran planeta que habitamos. La sonrisa de la sincronicidad aparece en el rostro.

Hoy, tras trabajar unas horas, salí a pasear por Montjuich, Barcelona. Me gusta recorrer este monte plagado de rutas y jardines, que me permiten descubrir siempre nuevos árboles y rincones. Y en busca de inspiración, me he ido perdiendo hasta encontrar la entrada del vivero municipal de plantas de toda la ciudad. Es el lugar de cuidado de las plantas y planteles hasta ser plantados en todos los parques y jardines de la ciudad. Con ilusión he entrado en el enorme recinto entre filas y filas de pequeñas plantas, arbustos y árboles que esperan su momento de ser llevados a tierra.

Y así he encontrado esas imágenes para dar respuesta a mis dudas. Mi sueño de vigilia me devuelve alegría. Me siento arropada por un sinfín de posibilidades de vida, preparadas para ser plantadas allí donde yo elija que será el lugar apropiado. Y con cada acto de plantar, con cada acto de sembrar, cuido la relación con el sueño y con el árbol a lo largo del tiempo.

He vuelto a casa con mucha energía y ganas de escribir. Esta es la primera entrada de este blog. Es 24 de febrero de 2015. Aquí empieza esta aventura.